Growth mindset para la innovación en organizaciones
El concepto de Growth mindset, no es una novedad, pero como cualquier concepto que contiene sustancia y esta desarrollado a partir de los comportamientos de las personas, hoy toma una relevancia mucho mayor dada la transformación tanto tecnológica como empresarial que vivimos globalmente.
Growth mindset o mentalidad de crecimiento es un concepto acuñado por Carol S. Swerk, para definir una visión para el desarrollo del individuo, donde sus capacidades pueden desarrollarse mediante la dedicación, el espacio para desarrollarse con un enfoque a la valoración del proceso.
Actualmente vivimos una época de recapacitación y desarrollo de habilidades muy importante en el mundo profesional. Donde es vital contar con las herramientas para adquirir conocimiento, a la vez que despertar la creencia en las personas de que es posible aprender y desarrollar nuevas habilidades.
Es común ver en manifiestos de empresas y organizaciones colocar como parte de los valores y la misión conceptos como creatividad, empoderamiento, innovación; es importante comunicarlo, sin duda, pero más importante generar sistemas y políticas dentro de la empresa que faciliten esta mentalidad en sus empleados, equipos, ecosistema, es decir, como parte de su cultura. .
Mentalidad de crecimiento vs mentalidad fija (growth mindset vs fixed mindset)
La mentalidad fija se refiere al pensamiento que se hila en el individuo de “solo tengo esto y hasta aquí llego” creyendo que sus capacidades son innatas e inmutables. Desde el punto de vista de las organizaciones son las empresas que alaban el talento y la inteligencia, sin una mentalidad de estimulación y espacio para el desarrollo.
Mientras que la mentalidad de crecimiento se centra en el creer y empoderar que es posible desarrollar nuevas habilidades y aprender. Implica percibir los retos como oportunidades de crecimiento, encontrando los recursos personales para persistir ante los contratiempos y ver el esfuerzo como el camino a la maestría.
«… retos son emocionantes en lugar de amenazadores. Así que, en lugar de pensar, oh, voy a revelar mis debilidades, dices, wow, aquí está la oportunidad de crecer». – Carol S. Swerk
Que sutileza, pensemos en muchas de nuestras escuelas cuando éramos niños, muchas de ellas nos inculcaron a cumplir, al deber, como consecuencia participaron en que muchos perdiéramos la curiosidad. ¿Hubiera sido diferente? Que, en vez de sistematizar nuestro desarrollo, nos animaran a vivir y a abordar los procesos lejos de juicios y sin temor a los resultados. Simplemente enfocarse en hacerlo, llevarlo a cabo y aprender del proceso.
Ahora en las organizaciones, ante tanto cambio estructural que requiere esa flexibilidad de pensamiento, los equipos y las personas están encontrando difícil esta adaptación y activación. Cuando en la sutileza se encuentra la respuesta: el creer que se puede aprender. En sembrar la certeza en la experimentación apostando hacia el desarrollo del proceso. En una cultura abierta a la mentalidad de crecimiento. Esto es lo que necesita el individuo, los equipos y la organización para trascender y evolucionar.
Tanto en las escuelas como en las empresas, tanto de niños como adultos la realidad es la misma: Cada persona vive y experimenta su propio proceso, donde es vital un espacio físico y mental para desarrollar su potencial. Este potencial, nunca será igual al de otro. Para las organizaciones antes de ser una amenaza es una gran potencialidad, porque en la diversidad está la innovación y la creatividad de impacto.
Elementos clave de una mentalidad de crecimiento:
- Abrazar los desafíos: Las personas con una mentalidad de crecimiento buscan activamente los retos, entendiendo que superar las dificultades conduce al desarrollo personal y profesional. Esta actitud fomenta la resiliencia y la voluntad de asumir tareas nuevas y desconocidas.
- Persistencia ante los contratiempos: Uno de los rasgos distintivos de una mentalidad de crecimiento es la capacidad de perseverar ante los obstáculos. En lugar de ver el fracaso como un reflejo de sus habilidades, los individuos con una mentalidad de crecimiento lo ven como un revés temporal que proporciona valiosas ideas para mejorar.
- El esfuerzo como camino hacia la maestría: La mentalidad de crecimiento fomenta el esfuerzo y el aprendizaje continuo. Los individuos creen que esforzarse es la clave para perfeccionar sus habilidades y alcanzar la maestría en el campo elegido.
La importancia del Growth Mindset en las organizaciones.
Las organizaciones o empresas muchas veces mal entienden esta mentalidad con el hecho de que esta basada en solo recompensar el proceso o el esfuerzo, cuando en estas los resultados son de importancia central.
Por lo que la mentalidad de crecimiento en las organizaciones:
- Genera la estructura humana para forjar una cultura de innovación:
Cuando los empleados están abiertos a los desafíos, son resistentes ante los contratiempos y se dedican a la mejora continua, se crea el escenario para el pensamiento creativo y la resolución de problemas.
- Desarrollan la capacidad de adaptación individual y colectiva ante un entorno que cambia rápidamente:
Capacita a las personas para aceptar el cambio y verlo como una oportunidad de crecimiento y no como una amenaza. Esta adaptabilidad es crucial para las organizaciones que aspiran a mantenerse a la cabeza en mercados competitivos.
- Fomenta la colaboración constante y abierta:
Los equipos formados por personas con mentalidad de crecimiento tienden a ser más colaborativos y solidarios. En lugar de ver a sus colegas como competidores, los miembros del equipo se ven unos a otros como aliados en un viaje compartido de crecimiento. Esta colaboración es esencial para afrontar retos complejos que requieren perspectivas diversas.
¿Cómo desarrollar una mentalidad de crecimiento en los empleados y equipos?
Hay que apostar por crear un espacio para la experimentación, para el desarrollo de las habilidades, impulsar la colaboración, facilitar espacios de cocreación; esto es la inversión en innovación más importante y la que perdura, la que trasciende y la que da resultados.
El desarrollo de la mentalidad de crecimiento como cualquier mentalidad y desarrollo de habilidades del pensamiento es un trabajo continuo. Crear y mantener los espacios para el desarrollo es una inversión que se entreteje dentro del sistema de trabajo y procesos de la empresa.
La buena noticia es que no serán elementos aislados, es posible estimular la accionabilidad del aprendizaje, mediante el fomentando el aprendizaje en proyectos reales de la empresa, por medio de la cocreación o buscar experiencias de aprendizaje que puedan adecuarse a los casos, formas de trabajo y desarrollos de la organización.
Aquí algunas recomendaciones:
- Programas de formación y desarrollo: Las organizaciones pueden poner en marcha programas de formación y desarrollo que se centren explícitamente en fomentar una mentalidad de crecimiento. Los talleres y seminarios pueden proporcionar a los empleados las herramientas y estrategias para desarrollar la resiliencia, aceptar los retos y persistir ante los contratiempos.
- Sesiones de co-creación y experiencias de aprendizaje learning by doing: Las organizaciones pueden generar espacios para el desarrollo de procesos creativos colaborativos utilizando metodologías de innovación y técnicas creativas. Desarrollar nuevos proyectos desde la colaboración es un espacio donde el aprendizaje es accionable, facilitando la asimilación de conocimiento de cada participante a la vez que implusa el desarrollo de proyectos innovadores.
- Empoderar este modelo de liderazgo: Los líderes desempeñan un papel crucial en la formación de la cultura de una organización. Al modelar una mentalidad de crecimiento, los líderes dan ejemplo a sus equipos. Los líderes deben discutir abiertamente los desafíos, compartir experiencias personales de crecimiento y enfatizar la importancia del aprendizaje continuo.
- Sistemas de reconocimiento y recompensa: Establecer sistemas de reconocimiento y recompensa que reconozcan el esfuerzo y la mejora en lugar de sólo los resultados puede reforzar la mentalidad de crecimiento. Este enfoque anima a los empleados a ver los retos como oportunidades para aprender y crecer, en lugar de temer el fracaso potencial.
La mentalidad de crecimiento no es simplemente un concepto de desarrollo personal; es un catalizador para fomentar una cultura de innovación en las organizaciones.
Al aceptar los retos, persistir ante los contratiempos y considerar el esfuerzo como el camino hacia la maestría, los empleados contribuyen a crear un entorno de trabajo dinámico y con visión de futuro.
Las organizaciones que priorizan y cultivan activamente una mentalidad de crecimiento están mejor posicionadas para adaptarse al cambio, fomentar la colaboración, por lo tanto, impulsar la innovación en un panorama empresarial en constante evolución.
A medida que los líderes y los empleados adoptan los principios de una mentalidad de crecimiento, allanan el camino para un futuro en el que los retos se afrontan con entusiasmo, los contratiempos son oportunidades para mejorar y la innovación se convierte en el resultado natural de un compromiso colectivo con el crecimiento.
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